El terreno forestal que se entremezcla con las viviendas se conoce como Interfaz Urbano-Forestal. Los diseminados de viviendas, las urbanizaciones, las zonas rurales y los bordes de las ciudades son ejemplos de interfaz que deben contemplar su protección y prevención frente a los incendios forestales. El contacto o cercanía de la vegetación con estas zonas, supone un peligro potencial.
La gestión de los incendios forestales se dificulta enormemente en las áreas forestales que circundan los núcleos urbanos y en las que se dan cita factores singulares. En estas zonas donde se mezcla el terreno forestal con el desarrollo urbanístico, la protección de vidas humanas, propiedades y medio natural obliga frecuentemente a tomar decisiones comprometidas.
La preocupación por este fenómeno, y basados en la experiencia en otras partes de la provincia y municipios colindantes, se presenta una metodología práctica para la identificación del riesgo de fuego forestal y de aplicación específica al Interfaz Urbano-Forestal.
El comportamiento del fuego en la interfaz
El incendio forestal en las cercanías o dentro de una zona urbanizada supone una fuente de peligro por:
- Saltos de fuego, proyecciones de partículas inflamadas o incandescentes (pavesas) por delante del frente de llamas, que pueden originar focos secundarios fuera del perímetro del incendio.
- Una expansión rápida del fuego puede atrapar personal antes de que puedan reaccionar de las llamas y del humo limitando la visión.
- Las llamas, que pueden propagarse por la vegetación, los jardines (setos, plantas, etc) y los materiales inflamables y afectar o entrar en las viviendas.
Medidas generales para la protección de las urbanizaciones
Las urbanizaciones cerca de terreno forestal y con abundante arboleda o vegetación, pueden estar amenazas por los incendios. Hacerlas más resistentes y seguras es una responsabilidad de todos los vecinos y de las comunidades de propietarios:
Los propietarios han de tener responsabilidad directa en lo referente a la reducción de los riesgos y deben actuar de acuerdo a las regulaciones establecidas, en estrecha colaboración con las Administraciones y autoridades locales:
- La vegetación utilizada con fines ornamentales, y especialmente los setos, constituyen un problema grave y están frecuentemente asociados a la iniciación y propagación del fuego dentro de las urbanizaciones y la destrucción de propiedades.
- Los tratamientos de jardinería intensivos sobre los setos con fines estéticos entrañan la acumulación de material fino muerto dentro de la estructura de los mismos, incrementando así el calor emitido y la intensidad de las llamas en caso de ignición. Las especies altamente inflamables deben ser evitadas.
- Elaborar un plan de autoprotección que incluya acciones preventivas, según la normativa vigente.
- Evitar acumulación de restos vegetales en parcelas sin construir, en las barrancas y en los bordes de la urbanización y en zonas en contacto con instalaciones y tendidos eléctricos.
- Crear una faja de protección sin vegetación alrededor de la urbanización de 15 metros de anchura.
- Mantener la urbanización limpia de pasto seco y otros materiales finos inflamables.
- Mantener los árboles dentro de la urbanización podados y limpios de ramas seca con las copas separadas de la vegetación del suelo.
- Mantener en buen estado las calles, caminos y otras vías de acceso.
- No colapsar las calles y vías de acceso con vehículos aparcados, especialmente en época de mayor riesgo.
- Señalizar las rutas de evacuación y puntos seguros y de reunión.
- Crear y mantener una red de hidrantes y puntos de abastecimiento de agua.
- Conozca bien de antemano las rutas de evacuación y los puntos seguros.
- Identificar las actividades y lugares que pueden ser origen de fuego en las cercanías o dentro de la urbanización. Eliminarlas o aislarlas de la vegetación circundante.
Viviendas y jardines
Las parcelas, los jardines y las viviendas en la urbanización pueden ser afectadas en caso de incendio forestal:
- Utilice siempre especies más resistentes al fuego en el jardín, especialmente en los setos
- Proteja las puertas, ventanas con contraventanas y persianas
- Utilice ventanas de doble paño (con cámara de aire)
- Proteja todas las posibles aberturas al interior de la vivienda con rejilla fina
- Evite utilizar plásticos y materiales inflamables en los elementos constructivos y en la fachada de la vivienda
- Elimine la vegetación que esté por encima de la vivienda
- Mantenga en buen estado y limpio de restos el tejado, las terrazas y otros elementos horizontales
- Mantenga un buen sistema de riego y abastecimiento de agua
Si su parcela y vivienda están en el borde con el área forestal tiene que prestar especial atención:
- No utilice setos ni vallas inflamables en el borde de la parcela con el área forestal
- No acumule materiales, productos y objetos inflamables. Deje bien limpio los alrededores de la vivienda
- Haga su parcela resistente limitando o eliminando la vegetación inflamable en el jardín
- Recuerde que la primera fila de viviendas es la que puede ser más afectada en caso de incendio.
Elección de vegetación
Para la decisión a la hora de implantar el programa de gestión del combustible sobre qué vegetación eliminar, reducir o reemplazar, es imprescindible conocer las características que hacen que una especie vegetal sea más inflamable que otra.
Las plantas más inflamables suelen ser individuos sanos con tendencia a acumular en poco tiempo grandes cantidades de follaje y ramas secas, árboles enfermos y muertos, vegetación con alto contenido en resinas o aceites, y plantas que se secan rápidamente en la época árida. En el caso de nuevas plantaciones en zonas de interfaz es conveniente evitar especies con las características citadas.
La mayor parte de las plantas arden cuando las condiciones son muy favorables a la propagación del incendio, por ejemplo, la sequía combinada con viento fuerte. Sin embargo la intensidad y velocidad de propagación varían en función del tipo de combustible. Las plantas resistentes al fuego arden con baja intensidad y velocidad de propagación. Los residentes en zonas de interfaz deben tratar de emplear este tipo de vegetación en las nuevas plantaciones o en la transformación del combustible.
VEGETACIÓN RESISTENTE AL FUEGO | |
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CARACTERÍSTICAS | EJEMPLO |
Acumula escasa vegetación muerta | Árboles y arbustos con ramificación escasa |
Plantas no resinosas | Plantas no resinosas |
Plantas con escasa masa vegetal | Individuos jóvenes, árboles y arbustos con crecimiento escaso |
Plantas con alto grado de humedad | Plantas con capacidad de retención de agua |
Plantas resistentes a la sequía | Plantas con raíz profunda y hojas gruesas |
Árboles con el tronco limpio | Árboles caducifolios o coníferas podadas hasta los 2 m |
Vegetación con pocas necesidades de mantenimiento | Plantas de crecimiento lento que requieran escasos cuidados |
Plantas con tallo leñoso grueso | Requiere para ignición una prolongada exposición al calor |
Esta tabla orientativa puede ayudar a la elección de especies más adecuadas en las operaciones de aclareo, reducción y transformación de la vegetación (algunos ejemplos).
RELACIÓN DE ÁRBOLES Y SU INFLAMABILIDAD | |
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ESPECIE ARBÓREA | INFLAMABILIDAD DEL FOLLAJE |
Álamo temblón | Muy baja |
Abedul | Muy baja |
Chopo | Muy baja |
Pinus pinaster | Alta |
Pinus carrasco | Alta |
Pino silvestre | Media |
Arizónicas | Alta |
PREVENCIÓN
Eliminación de fuentes potenciales de calor. Tratamiento de elementos vulnerables.
Aunque existen muchos factores que inciden en la resistencia al fuego de una edificación, los tejados con capacidad de captar el fuego son la principal causa de pérdidas de viviendas en áreas de interfaz urbano-forestal. El tejado es el componente más vulnerable de la edificación.
La horizontalidad de la cubierta condiciona la capacidad de captar y retener lo que pueda caer sobre ella. Las pavesas y otros elementos en combustión procedentes de los grandes incendios pueden recorrer largas distancias. Cuando están en el aire resultan empujadas por los vientos o conducidas a gran distancia por las corrientes de convención. Es frecuente que las pavesas que caen sobre un tejado supongan el comienzo de otro incendio. Este nuevo foco, por su parte, puede producir más pavesas.
Clasificación de los tejados por su combustibilidad
Los reglamentos de edificación reconocen y destacan el importante papel de los tejados en la propagación de incendios. En dichos reglamentos se clasifica a los tejados en tres modalidades: A, B y C, basadas en la combustibilidad de la superficie exterior del tejado.
Los tejados de madera solamente pueden tener clasificación A, B o C de nivel de protección ante el fuego si han sido tratados en fábrica con un retardante químico del fuego.
Los materiales tratados se clasifican como B o C y pueden incorporarse en una estructura de tejado de clase A, B o C. Algunos fabricantes ofrecen garantía de por vida sobre las cualidades retardantes de su producto.
TIPOS COMUNES DE TEJADO Y CLASIFICACIÓN POR COMBUSTIBILIDAD | ||
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Tipo | Clasificación | Ventajas e inconvenientes |
Teja de barro | Clase A | Duradero pero frágil. Las tejas pesadas requieren una estructura potente. (Se puede retejar con estructura estándar y apuntalamiento) |
Teja de hormigón | Clase A | Peso y fragilidad similar a las tejas de barro. (Hormigón más ligero disponible) |
Tablillas de fibra de vidrio / asfalto | Clase A | Facilidad de instalación, son dentro de la Clase A las más comunes y económicas. Algunas comunidades de vecinos prohíben su uso. |
Metal | Los requisitos de clasificación varían: • Clase A: si se ha retirado el antiguo tejado. • Clase B: instalado con aislante sobre el tejado antiguo • Clase C: instalado directamente sobre el tejado antiguo |
Ligero y duradero: variedad de colores. Algunos diseñados para aparentar madera. |
Fibra de cemento | Los requisitos de clasificación varían: • Clase A: si se instala sobre contrachapado. • Clase B: si no se instala sobre contrachapado. |
Ligero y duradero. Mejor apariencia de madera y pizarra. No se necesita apuntalamiento. |
Fieltro de alquitrán y gravilla | Los requisitos de clasificación varían: • Clase A: 9 capas. • Clase B: 7 capas • Clase C: 3 capas |
Barato. Salvo que se haga adecuadamente muy vulnerable al fuego (el fieltro de asfalto o papel situado sobre la madera sin otra cubierta es muy inflamable) |
Testados por ULC | Los requisitos de clasificación varían: • Clase A – 'B': sobre cubierta. • Clase B – 'B': sobre funda. • Clase C – 'C': sobre torno |
Deben permanecer limpios. Musgos, nidos y otros residuos incrementan el riesgo |
Materiales no clasificados | Ninguno | Los materiales no tratados (o tratados con spray retardante) son altamente combustibles |
Planes de emergencia municipales o periurbanos
Son los que deben elaborar los Ayuntamientos para prevenir los incendios forestales en los entornos urbanos.
Además cuando se construya una edificación nueva deberá cumplir al menos la siguientes condiciones: 'Las Edificaciones y urbanizaciones aisladas deberán cumplir las condiciones de protección contra incendios en los edificios reguladas mediante Real Decreto 2177/1996, de 4 de octubre, por el que se aprueba la Norma Básica de Edificación 'NBE-CPI/96'. Las casas y urbanizaciones deberán poseer una franja desbrozada a su alrededor como mínimo de 3 metros de anchura, en donde la masa arbórea, en caso de existir, se mantendrá aclarada y podada.
De acuerdo con la ley 5/99 de Protección y Lucha contra los Incendios Forestales (Artículos 42 a 44 (Boja 82/1999 de 17 de julio) y su Reglamento, artículo 33 Boja 144/2001 de 15 de diciembre, todas las urbanizaciones situadas en contacto con terrenos forestales deberán contar con un Plan de Autoprotección que establecerá las medidas y actuaciones necesarias para la prevención y lucha contra los incendios.
Este Plan de Autoprotección será elaborado con carácter obligatorio y bajo responsabilidad de los propietarios. Será presentado en el Ayuntamiento para su aprobación e inclusión en el Plan Local de Emergencias por Incendios Forestales.
Igualmente deberán presentarlo todas aquellas urbanizaciones que estén fuera de las zonas de influencia forestal, pero que por su características de aislamiento al casco urbano, cercanías a espacios periurbanos, densidad arbórea y vegetativa en su interior sean susceptibles de un incendio.