Localización : Casa de la Cultura
Gente que se mueve de un lado para otro. Gritos en argot periodístico. Alguien habla por teléfono. La impresora vomita folios sin parar. Voces. Barullo. El estrés de la literatura con prisa. Un acercamiento al mundo del periódico con sus crueldades y sus ternuras, con sus noticias absurdas y sus momentos de indudable necesidad.
Dios pierde las llaves del cielo mientras dos enamorados ponen la plaquita con sus nombres en el buzón de su casa recién hipotecada. Un reflejo en la sala de los espejos que es hoy la prensa diaria y una oportunidad para recordar los tiernos años de La Codorniz, cuando los dandys se reían todavía a la hora del café.