Las cuevas mejor conocidas en nuestro municipio de esta época son las Cuevas de los Botijos y la Zorrera descubiertas en los años 60 en la Serrezuela y estudiadas por la Dra. María Soledad Navarrete y poco más tarde por Dña. Carmen Olaria.
Estas cuevas que probablemente forman parte de un mismo complejo cavernario tienen un desarrollo longitudinal de 200 metros de recorrido. En ellas se encontró un conjunto importante de pulseras de piedra, cuentas de collar y abundante material cerámico rico en decoración y que constituyen las clásicas cerámicas del neolítico meridional.