La dirección del establecimiento ha contactado con el Ayuntamiento de Benalmádena para poner a disposición el agua de su piscina principal, que tenía previsto vaciar en su totalidad para realizar tareas de mantenimiento y mejora de eficiencia, desaguando un total de 200.000 litros.

Teniendo en cuenta el decreto de sequía extrema y la imposibilidad de utilizar agua potable, desde los Servicios Operativos se ha trasladado la consulta a los técnicos municipales para determinar si podría ser adecuada en la limpieza de contenedores y otros espacios que necesiten el uso de agua por razones sanitarias, tal y como publica hoy el bando municipal.

Tras la consulta se ha desplegado un dispositivo de Bomberos para vaciar mediante bombas de succión la piscina y depositar el agua en camiones cisterna municipales. El ayuntamiento determinará en las próximas horas los lugares que serán baldeados y previa supervisión de los técnicos también se podrían establecer jardines o especies arbóreas cuya supervivencia esté en peligro debido a la ausencia de riego, ya que la piscina llevaba varios días sin aporte de cloro y está considerada como apta para el riego.

El concejal de Servicios Operativos, Juan Olea, ha agradecido al establecimiento el ofrecimiento, “por la posibilidad de utilizar un agua que iba a terminar en los sumideros y que nos posibilita emplear agua que no es potable para lugares que los requieren de forma excepcional”.