Tomás Lozano presenta:
La leyenda del Cascanueces
Hoffmann-Tchaikovsky

"La Leyenda del Cascanueces"

BAILAR UN CUENTO, CONTAR UN BALLET

Haciendo una radiografía estructural de "La Leyenda del Cascanueces", podemos decir que estamos ante un espectáculo integral que funde todos los grandes medios: la maravillosa música del ballet compuesto por Tchaikovsky, la banda sonora que narra la versión del cuento de Hoffmann, el cine de animación, el teatro y la sublime belleza de la danza.
Desde la perspectiva del amplio público al que se dirige, esta original versión del Cascanueces puede tener varios niveles de interpretación. Los más pequeños podrán disfrutar de un lenguaje visual impactante, a la vez que podrán seguir y entender con claridad meridiana la narración del cuento. Los amantes de la danza disfrutarán de una potente coreografía dotada de una peculiar fuerza y originalidad. Por último, los que prefieran una lectura dramática, encontrarán en "La Leyenda del Cascanueces" la profundidad y la locura romántica que tenía el cuento de Hoffmann en su origen. Un viaje surrealista que nos ubica en la duda, mil veces planteada en la literatura universal, de si lo vivido pertenece a la realidad o si es, más bien, el sueño de otra realidad más amplia.

"La Leyenda del Cascanueces" es uno de los más hermosos cuentos del Romanticismo, invadido de imágenes plásticas bellísimas y, como todas las historias de ensoñación, narrado y llevado por Hoffmann entre los senderos mágicos del surrealismo y la fantasía más alocada, haciéndonos sentir la duda, siempre eterna, de si lo vivido y lo soñado pertenece a un mismo mundo, a una misma realidad.

Al embrujo de la narración se añade el prodigio de la música de Tchaikovsky, concebida exclusivamente como ballet, acariciando la historia como un guante de seda tentador, que te llama a unir, hoy, en el siglo XXI, el cuento y la música, con las nuevas tecnologías, capaces de construir el mundo irreal, ¿o tal vez real?, bailando sobre la palabra y la música, construyendo un espacio visual y sonoro con los ingredientes de dos grandes maestros de la emoción y los sentidos.
       María Graciani

La leyenda del Cascanueces comienza la noche anterior al día de Navidad.
Los hermanos Clara y Federico esperan con ansiedad la llegada de sus regalos, entre ellos y sobre todo, los maravillosos regalos que todos los años les trae el padrino Drosselmeier.
En esta ocasión, el padrino les va a sorprender con un fantástico castillo de autómatas y un regalo muy especial con el que la dulce niña rápidamente se encapricha: un muñeco Cascanueces.
La poderosa imaginación de Clara hace que, el quedarse dormida, esa maravillosa noche de Navidad, cansada y nerviosa, entre en un sueño cuyo protagonista es el Cascanueces, que aunque feo y maltrecho, le ha robado el corazón.
En él, vive una historia increíble de lucha entre juguetes, soldados y ratones, una gran pesadilla de la que despierta llorando y sin entender nada.
Al amanecer, el padrino les cuenta a los niños la verdadera historia del muñeco Cascanueces, la historia de un príncipe al que mordió el ratón de las siete cabezas, convirtiéndole así en el feo muñeco que Clara tanto aprecia.
Al caer la tarde, mágicamente, Cascanueces sale del armario donde Clara guarda sus juguetes, vence al ratón de las siete cabezas y acompaña a la niña a través de un viaje por los reinos de los que es príncipe, y en los que Clara conocerá a los más fantásticos personajes...
Pero todos los sueños se acaban y ella debe volver a su hogar, donde, por un capricho del destino,   reconocerá, en un amigo del padrino Drosselmeier, a su compañero de aventuras.
A pesar de saber que no puede explicarlo, Clara sospecha que no ha sido tan sólo un sueño, porque los sueños son parte de la realidad que vivimos.

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