El alcalde y los concejales mantienen la voluntad de diálogo con los vecinos de Torremuelle para tratar de buscar una solución consensuada a la recepción de la urbanización.
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El alcalde y los concejales mantienen la voluntad de diálogo con los vecinos de Torremuelle para tratar de buscar una solución consensuada a la recepción de la urbanización.

El alcalde de Benalmádena, Víctor Navas, ha reafirmado en el pleno ordinario de diciembre celebrado hoy su voluntad de “mantener abiertas todas las líneas de diálogo con los vecinos de la urbanización Torremuelle para buscar una solución consensuada entre ambas partes para que la administración local recepcione este núcleo residencial, alcanzando una solución común y satisfactoria para todas las partes”.

El concejal de Urbanismo, Vías y Obras, Oscar Ramundo, ha argumentado hoy en pleno que el Ayuntamiento mantiene su postura de no recepcionar hasta que la comunidad de propietarios adecue las infraestructuras que están obsoletas a la normativa vigente.

Para ello, ha recordado que en los artículos 153 y 154 de la LOUA se recoge que, en aquellas urbanizaciones que se rijan por Entidades Urbanísticas de Conservación o que estén constituidas en comunidades de propietarios, el mantenimiento de las dotaciones y servicios públicos corresponde a los propietarios agrupados en dicha entidad urbanística hasta que el Ayuntamiento recepcione la urbanización. “Hasta ese momento, el deber de conservación corresponderá a la persona o entidad ejecutora de la urbanización, teniendo los costes correspondientes la consideración de gastos de urbanización”, recoge el mencionado artículo 153.

En el artículo 154 de la LOUA se fija como condición para que un ayuntamiento proceda a la recepción de una urbanización que las obras se encuentren “en buen estado y con arreglo a los proyectos y las prescripciones previstas”.

Ramundo también ha recordado que en el PGOU de 2003 se recoge explícitamente que la conservación de la urbanización Torremuelle le corresponde “a su entidad de conservación o comunidad de propietarios, como es en este caso”.

Por todo lo argumentado, desde el Ayuntamiento se plantea a la comunidad de propietarios que se proceda a realizar una inversión en infraestructuras que llevan obsoletas desde hace años como paso previo a la recepción. “Con el estado actual de las infraestructuras de la urbanización, el Ayuntamiento no tiene capacidad para ocuparse de su mantenimiento”, ha apuntado el alcalde.

La urbanización Torremuelle, construida durante la década de los sesenta del siglo pasado, es una unidad privada de planeamiento cuyo mantenimiento se rige por los condicionantes de las Entidades Urbanísticas de Conservación, tal y como especifica la LOUA. Este tipo de figuras urbanísticas resulta frecuente en la Costa del Sol, donde al calor del desarrollo urbanístico se construyeron decenas de urbanizaciones privadas que hoy día aún existen, y se mantienen al margen de los servicios prestados por los Ayuntamientos.

Este tipo de urbanizaciones, además, mantiene servicios adicionales, acordados por sus vecinos y comuneros, tales como recogidas de podas, seguridad privada, jardines y piscinas comunitarias, recogida de basuras puerta a puerta, etc...

Hasta el momento, el equipo de gobierno se ha ceñido a los convenios firmados en 2009 y 2011, mediante los cuales el Ayuntamiento se hace cargo de una serie de servicios, tales como el pago de suministro eléctrico y la limpieza de las avenidas principales de la urbanización dos veces al mes. Ni la recogida de podas y escombros de la vía pública, ni el mantenimiento de infraestructuras, zonas verdes o asfaltados de calles que no sean principales del sistema general, dependen de los servicios municipales en la actualidad.